miércoles, 30 de abril de 2014

BELLO PARA COMPARTIR ...

El pasado domingo, 16 de marzo,  un grupo de personas nos fuimos de excursión al “centro de  nuestro árbol familiar”. Fue un día fantástico en el que compartimos, como manada, el dolor y la injusticia de muertes antes de hora. Mutamos este dolor en vida.

Después de haber realizado un taller sobre el árbol familiar, decidimos hacer, envolviéndonos de naturaleza, un acto simbólico sobre duelos que no se han podido resolver por ser demasiado dolorosos, injustificados, traumáticos. Duelos por aquellas personas que se fueron antes de acabar su proyecto de vida, haciendo que el duelo quedase enquistado en uno mismo, en la familia de cada uno.  Muchos bloqueos, incluso enfermedades, pueden surgir por no haber realizado este acto de reconocimiento y amor.

Cada uno de los participantes, desde nuestro espacio interior, nuestra meditación, nuestra soledad, nuestro inconsciente, escuchándonos a nosotros mismos, redactamos unas líneas dedicadas a los seres que perdimos.

La religión nos habla de culpabilidad, de perdón. La naturaleza no nos dice nada de eso. Ella sólo escucha y convierte algo muerto en vida. Nos llega mejor. En esa naturaleza nos reunimos, amándola y ofreciéndonos a ella, y leímos nuestros escritos en voz alta.

Lo curativo es escribirlo, leerlo en voz alta, sentir del grupo su amor, su apoyo y su respeto, y sentir la mutación que hace la madre naturaleza. Gracias a este pequeño clan, nos sentimos arropados, queridos, respetados, en estos momentos tan duros. 

Cantamos un bonito mantra. Posteriormente, quemamos nuestros escritos y llevamos sus cenizas a la madre tierra para que mutara el dolor en vida, en amor. Al paso de unas semanas nos reunimos el pasado domingo, 20 de abril, algunos de los que celebramos este acto. Hemos sido conscientes y hemos compartido los cambios que se han sucedido en nosotros y en nuestro entorno.

El resultado ha sido sorprendente a la vez que mágico.

Son muchos los cambios que se han producido en las vidas de los participantes de este taller a partir de la realización del mismo. Es una gran satisfacción comprobar que has mostrado una vía de liberación y sanación a las personas y que te responden con el logro de los objetivos de esta bonita, sencilla y reparadora labor.

Quiero seguir haciéndolo. Sé que es liberador y mágico. La magia y la imaginación van directamente al inconsciente mío y familiar.

Jodorowsky dice: "la palabra no cura" La magia va directamente al cerebro inconsciente individual, familiar … Todos estamos conectados. La magia cura. Nos ofrece solucionar el conflicto. No me cabe duda de ello.

Mi más sincero agradecimiento a todas las personas que formaron parte de este acontecimiento y han compartido sus testimonios.

                                                                                                            Fina Ayllón Mojal

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